El secreto de una gestión eficiente

Analizar la situación y estudiar el problema nos conduce a la solución

Hablando con un viejo profesor sobre como afrontan las empresas la resolución de sus problemas, este hacía referencia a un tal Albert Einstein.

Me decía, Einstein en una ocasión dijo:

“Si yo tuviera una hora para resolver un problema, y mi vida dependiera de la solución, gastaría los primeros 55 minutos en determinar la pregunta apropiada, porque una vez conociera la pregunta correcta, yo podría resolver el problema en menos de cinco minutos”.

Poco tiempo me parecen cinco minutos con las capacidades del común de los mortales ni con un espléndido planteamiento.

Siendo optimistas, tiene sus razones, pensé. ¿Cuántas veces nos paramos a pensar en el problema concreto? Nuestro cerebro está configurado para minimizar esfuerzos, ante situaciones de conflicto o crisis nos paralizamos y la negatividad se apodera de nosotros.

Razón tiene el viejo profesor cuando dice que el análisis de la situación y el estudio del entorno nos dan las pistas para poder implementar las soluciones. Pero más importante aún es la estrategia que debemos seguir para cumplir con los objetivos que nos conducen a la meta de la misión.

Creo que la solución no existe, nunca existió. Lo que verdaderamente debemos encontrar es la estrategia para seguir el camino de nuestro propósito.

Entonces, cómo definir una hoja de ruta para el desarrollo de un buen proyecto de restauración. Os dejo algunos puntos que debemos analizar:

• Cuál va a ser la actividad que desarrollar y sobre todo definir la identidad de nuestra oferta de restauración.
• Qué inversiones requiere el proyecto.
• Describir las necesidades que cubre, el segmento de mercado al que nos dirigimos y el producto final.
• Definir las masas patrimoniales del balance y la cuenta de resultados.
• Analizar el entorno, previsión de clientes, presupuesto, situación del mercado, análisis de la competencia, expectativas presentes y futuras.
• Calendario para la ejecución del proyecto.

Con todos estos datos, plantear una buena estrategia no nos llevará cinco minutos, pero sin duda que nos conducirá hacia la misión planteada.

Llegados a este punto muchos os plantearéis como realizar todo este proceso y con qué herramientas. La respuesta es: pensando y con conocimiento.

Sin conocimiento el pensamiento no sirve de mucho, por ello el primer paso es cargar nuestra mochila de conocimiento, y para ello, solo conozco un camino: estudiar. La formación es el punto de partida para adquirir los conocimientos y capacidades necesarias, no importa la cantidad de actitud que tengamos, es la formación la vía para adquirir la preparación necesaria que nos capacite para cumplir nuestros propósitos.

Solo con conocimiento podemos pensar en la mejor estrategia, que puesta en funcionamiento con una buena táctica nos conducirá a la meta de nuestra misión.

Y sabéis que hay en la meta: la solución.

No debemos pensar en la solución, no existe. La solución es el fruto de un trabajo bien hecho, la suma de una serie de objetivos bien planteados que vamos cumpliendo día a día, con trabajo y sacrificio, con dedicación y constancia.

Una buena ayuda para llegar a la meta es el estudio, estudien pues, lean mucho, pregunten y fórmense; esa si que es una buena estrategia.